jueves, 21 de febrero de 2013

Autodefensa: el celo dormido

Yo, ciudadano
Autodefensa: el celo dormido
Gustavo Martínez Castellanos
   Al inicio del gobierno de Ángel Aguirre las manifestaciones locales de rechazo a la violencia corrían a cargo de personas vestidas de blanco que marchaban por la costera con velas en las manos, elevando cánticos religiosos y de paz. Conciertos de música y baile a cargo de un grupito llamado “Más música y menos balas” que aparte, arrojaba barquitos con velas en el agua estancada de los descargues pluviales de la bahía y hacía elevar globitos de Cantoya con frases alusivas a la paz. Homilías, y otros llamados a misa.
    Pero ni eso, ni los festivales de rock y “culturales”, ni la presencia de Jennifer López, Antonio Banderas, Plácido Domingo y demás luminarias hizo que el panorama cambiara.
   Acapulco, a dos años del inicio de este gobierno, sigue reportando al menos seis muertes violentas por día. A pesar de la presencia del ejército y de la policía federal.
   En los poblados, el miedo a la delincuencia organizada primero hizo que éstos pidieran la presencia del ejército y de la policía federal. Después, el miedo a los atropellos del ejército y de la policía hizo a los pobladores elevar airados reclamos. Nadie los escuchó.
   Sus voceros, perseguidos, abandonaron la entidad o desaparecieron. Comunidades y poblados enteros emigraron ante el robo, la violación. La muerte. En Acapulco, abiertos de tenis, fiestas de naos, conciertos de bel canto, de rock y miércoles tropicales. Gossips girls.
   Los pueblos se cansaron, se armaron y se rescataron a sí mismos.
   Ahora, ante la demostración de cuán mal estaban no las cosas sino el gobierno, todo mundo sataniza la reacción de supervivencia de los grupos de autodefensa de los pueblos.
   La CNDH emitió a través de su representante su preocupación por la proliferación de estos grupos. El diputado panista Jorge Camacho, los etiquetó de ilegales. Carlos Marín, desde “Milenio” pide que el gobierno “los prohíba”. El senador Beltrones, lamentó que con ellos se haya perdido el “estado de derecho”.
   Pero ninguno pidió a tiempo  a los tres niveles de gobierno que cumpliera su parte de garantizar la seguridad de esos poblados y esas comunidades. Y de todos los mexicanos.
   Así, la presencia de grupos de autodefensa en todo el país arribó al nivel en el que se reparten culpas sobre el estado de cosas pero sólo para tratar de sacar raja política.
   Y para exigir que todo sea como antes: poblados desarmados, pacíficos. Sumisos. Que la imagen del campesino, del serrano, del costeño; del pueblo armado, no nos quite el sueño. Ni le impida el libre tránsito a quienes tienen fuero o un puesto en una oficina federal o en una poderosa televisora. Que Acapulco, al menos, rompa ya el cerco hostil y la gente nice pueda acceder a sus placeres y luminarias. Sin que importe el costo humano.
   Pero para los grupos de autodefensa eso no será posible en un futuro inmediato. En Guerrero, ya comprobaron que no necesitan al gobierno para darse seguridad. Y la actitud del gobernador les ha dado a entender que tampoco a él le queda de otra: debe trabajar con ellos. Debe abandonar su frivolidad y voltear hacia los profundos problemas de Guerrero.
    ¿No es tiempo de que las demás instancias respeten la forma en que los guerrerenses resolvemos nuestros problemas? Es bueno que estén al pendiente de nosotros pero sería mejor si antes de opinar se informaran puntualmente de las raíces de lo que ocurre. No hacer como el senador Beltrones que mientras Añorve desgobernó Acapulco tuvo el celo jurídico dormido… Les envío un excelente cartón de Luis Carreño.
   Nos leemos en la crónica: gustavomcastellanos@gmail.com
   www.culturacapulco.com.mx; https://culturacapulco.blogspot.com/

martes, 19 de febrero de 2013

Tres de cultura



Yo, ciudadano
Tres de cultura
Gustavo Martínez Castellanos

Recientemente se inauguró la exposición conmemorativa del 50 aniversario luctuoso de Remedios Varo del taller de pintura de Aída Espino en la Alianza Francesa. Cualquier visitante puede apreciar la exposición en los pasillos de la Alianza que hoy como siempre ha apoyado a Aída sin reservas.  En ésta las obras de los alumnos de Aída –y un cuadro de ella- rinden un homenaje a esta artista hispano-mexicana que enriqueció la plástica nacional y entregó al mundo una nueva visión del mundo, de la pintura y de  la mujer.
El “José Agustín”: Aída Espino informó que en respuesta a uno de mis artículos diversas personalidades del arte y la cultura en Acapulco, Guerrero y México se pusieron en contacto con ella para apoyar al certamen de cuento que ella organiza. Algunos pidieron no ser mencionados; otros, serán reconocidos públicamente en los tradicionales eventos de apertura pública de plicas ante los medios y en la premiación. Sólo puedo adelantar que la Dirección de Cultura del municipio de Acapulco fue una de las primeras instancias en responder al llamado y cumplir el compromiso signado entre este ayuntamiento y el “José Agustín” en el que la dependencia se compromete a ayudar al certamen con cinco mil pesotes (mismo que Félix Salgado y Manuel Añorve, le negaron). En cambio, el IGC –de cuyo convenio por cinco mil pesotes está al tanto Alejandra Frausto- no ha dicho esta boca es mía. Esta actitud del gobierno de Ángel Aguirre es otra muestra de su recalcitrante elitismo: Alejandra Frausto, ha traído -entre otros carísimos eventos- grupos de rock a su gusto y ha pagado caprichos y chapuzas a Citlali Guerrero y su grupito, pero no puede –o no quiere- desembolsar cinco mil pesos para cumplir con un compromiso oficial signado y cumplido por  los gobiernos estatales durante 17 años. Don Ángel: su gobierno hará época.
No importa, la gente está apoyando al José Agustín cuya fecha de cierre se ha movido del 28 de febrero a su fecha tradicional: 21 de marzo. Visitar: www.premiojoseagustin.com
Sobre “Seis turistas españolas”: En efecto, las violaciones a mujeres no es algo nuevo en Acapulco. Un lector me escribió diciéndome que había leído en el último número de Hojas de Amate mi cuento “Andalucía” (Siete modelos femeninos para William Shakespeare Ed. Praxis 2011) en el que relato la violación que sufre una mujer en un camión urbano en el trayecto de Wilfrido Massieu a la Cima en pleno día; y cuyo sucedido en Acapulco fue muy comentado en su momento.
Sin embargo, lo que llama mi atención es el hecho de que alguien haya leído ese cuento en Hojas de Amate debido a que la revista está pasando también por tiempos difíciles a pesar de los esfuerzos de su directora, la Doctora Ángela Manzano, por sacarla adelante. El nueve de enero de 2011 asistí a la presentación del número anterior en Casa Guerrero; estuvo el gobernador, pero no la directora del IGC. Un año después –18 enero 2012- asistí a la presentación del siguiente número en el museo José Juárez, y tampoco asistió la directora del IGC; empero  el jefe de asesores del gobernador, Porfirio Camarena, anunció que se iba a buscar la forma de hacerla autofinanciable, es decir, ¿le quitarán el apoyo? Lamento profundamente el sesgo de la política cultural de este gobierno que apoya los desafueros enajenantes de la Frausto y cancela expresiones locales respaldadas por el trabajo y entrega de valiosas mujeres guerrerenses. Un gobierno -un gobernante- alejado de su pueblo, no puede esperar de éste sino lo mismo. Al tiempo…
Nos leemos en la crónica gustavomcastellanos@gmail.com

jueves, 14 de febrero de 2013

Seis turistas españolas II: ¿Guerrero seguro?



Yo, ciudadano
Seis turistas españolas II: ¿Guerrero seguro?
Gustavo Martínez Castellanos

La captura de seis de siete de los agresores sexuales de las turistas españolas en las inmediaciones de Acapulco y la Costa Chica de Guerrero ha dado como resultado muchas reacciones y muchas lecturas. Éstas son algunas de ellas.
Como cuando Guerrero fue catalogado el estado más violento de México y el gobierno estatal hizo el anuncio de la creación de una Secretaría de Cultura, en esta ocasión hizo el anuncio de que se gastarán tres millones de pesos más en promocionar el turismo en  Acapulco. Que ambas cosas tengan el mismo objetivo promocional nos dejan ver que este gobierno continúa con la práctica de intentar minimizar los grandes problemas estatales a través de golpes mediáticos. 
Es plausible cuando las policías de los tres niveles de gobierno se unen y ofrecen resultados favorables. Lo malo es que sólo lo hagan cuando los agraviados son miembros de las clases alta y política, y extranjeros. En México, no cabe duda la justicia es selectiva.
Véase el caso Cassez.
Que la violencia en Guerrero no se acaba con la captura de los seis violadores de las turistas españolas lo demuestran dos hechos colaterales: el primero tiene que ver con el anuncio de tregua y de concordancia mutua entre los grupos de autodefensa y las policías comunitarias de un diferendo que estuvo en poco de escindirlos. El otro es el hecho de que otras comunidades de la Costa Chica ya están formando grupos de autodefensa.
Un tercer aspecto se observa en el hecho de que en la Colonia Bonfil de la zona de Barra Vieja, en donde desafortunadamente fueron violadas varias turistas (mexicanas y españolas), los vecinos también han armado grupos de autodefensa pero también para evitar que ingresen a sus vecindarios las policías. De esa forma, en pocas semanas, casi toda la franja de la Costa Chica podría estar en manos de estos grupos que han demostrado su eficacia en la defensa de la vida y de los bienes de sus conciudadanos.
Esa eficacia demuestra dos cosas: que la delincuencia que los primeros grupos de autodefensa desterró de sus territorios se está moviendo hacia otros poblados; es por ello que éstos también se están armando para evitarlos y expulsarlos. Si este fenómeno adquiere el “efecto dominó” para el día de las madres, en Guerrero, todos nos saludaremos armados y encapuchados en la defensa de nuestras familias y de nuestros bienes.
Así, vemos que el impacto mediático de la aprehensión de los violadores de las seis turistas españolas es sólo un vano esfuerzo -aislado e ineficaz- para calmar los ánimos de un estado lacerado por la inseguridad y, que, anunciar tres millones de pesos más para promocionar al turismo -después de haber financiado la serie Gossip Girl Acapulco- sólo da cuenta de la superficialidad con la que este gobierno se toma el problema.
Sus intereses parecen estar más centrados en hacer rentable el nicho turístico de Acapulco que en atender los graves problemas que sufren el resto de la ciudad y el estado.
 Es posible que la vecindad del hombre más rico del mundo en nuestro solar obligue a este gobierno a emitir una atmosfera de glamour y confort a su paso. O a generar las condiciones para que sus negocios sean más rentables.
Si la cosa es así, ya podremos esperar sentados a que Guerrero algún día sea seguro.
(Ayer, 13 y hoy, 14 recordamos a Ignacio M. Altamirano y a Vicente Guerrero.)
Nos leemos en la crónica gustavomcastellanos@gmail.com

domingo, 10 de febrero de 2013

Seis turistas españolas: comportamientos



Yo, ciudadano
Seis turistas españolas: comportamientos
Gustavo Martínez Castellanos

La violación que sufrieron seis turistas españolas en la inmediación entre Acapulco y la Costa Chica hizo aflorar algunos comportamientos locales que es imposible soslayar.
Acapulquismo exacerbado: La mayor parte de los funcionarios y turisteros que hicieron declaraciones al respecto no condenaron el acto barbárico perpetrado contra esos turistas sino el hecho de que la difusión de esa agresión lastimara la imagen de Acapulco. “Eso no les hubieran pasado si se hubieran hospedado en un hotel registrado”, y la declaración del alcalde, denotan que al gobierno no le importa tanto la persona humana como la rentabilidad de la parte correspondiente al balneario de toda la ciudad.
Cinismo: Ninguno culpó demasiado al clima de inseguridad que padecemos.
Alarmismo: En ese tono, en cambio, otros empresarios declararon a viva voz que la situación los estaba orillando a portar armas de fuero para su defensa personal.
Olvido: Muchos de los declarantes (funcionarios y turisteros) y muchos medios no fueron capaces de recordar cuánto han satanizado las alertas que las embajadas emiten a sus ciudadanos cuando vistan México, todas sobre la inseguridad en el país y en Guerrero.
Amiguismo: En Acapulco, la oferta extrahotelera es una realidad contundente, pero el gobierno no ha hecho nada por insertar ese sector a la férula de una reglamentación que pase también por la observación de los más elementales estamentos de seguridad.
Más olvido: nadie recordó ni se pronunció contra el hecho de que el gobierno municipal de Acapulco aún no cuente con un Director de Seguridad Pública.  
¿Y la inteligencia?: Gobernación municipal ¿no tiene la cartografía y el perfil de los grupos delictivos locales? Que aún no hayan atrapado a los violadores resulta altamente significativo. Una propuesta: que se le encargue a los grupos de autodefensa. Es en serio.
Racismo: Los violadores y asaltantes ya habían sido denunciados por otras víctimas de la misma zona desde noviembre pasado, pero como éstas eran nacionales no se hizo nada al respecto. En cambio, por las turistas españolas, se implementó un aparatoso despliegue que revivió retenes y cateos, aprehensiones al vapor e interrogatorios barbáricos.
Publicidad a toda costa: Hace unos días un funcionario municipal declaró en una charla: “a mí no me importa si el concierto de Plácido Domingo cumplió o no con sus expectativas de recaudar dinero para niños pobres; a mí, con que le haya hecho publicidad a Acapulco me basta y me sobra”. Esa mentalidad insulsa mostró hace una semana su rostro más macabro: la violación de seis mujeres de nacionalidad española le ha dado a Acapulco una publicidad mundial sin precedentes. Tal vez ese funcionario esté satisfecho.
Quienes no estamos satisfechos somos los vecinos de esta ciudad que vemos que esta administración tiene planeado dar soluciones turísticas a todos nuestros problemas, en concordancia con ese Acapulquismo ramplón que siempre pregona “no dar de patadas al pesebre”, “nunca hablar mal del camello” y, pase lo que pase, “hablar bien de Aca”.
Es tiempo de que el gobierno abandone esa política de avestruz y evite pensar únicamente en promocionar a la ciudad. Tiene que avocarse a su tarea de atender todas las áreas que la conforman para evitar hechos lamentables como el de las turistas españolas. Que Acapulco sea catalogado la segunda ciudad más violenta del mundo no es producto de la casualidad. Podríamos cambiar esa visión desterrando ciertos comportamientos.
Nos leemos en la crónica gustavomcastellanos@gmail.com;