sábado, 30 de marzo de 2013

“La joya de la corona”



Yo, ciudadano
“La joya de la corona”
Gustavo Martínez Castellanos

Corren los “días grandes” de la semana santa. Las vacaciones no tienen vuelta atrás. Las estadísticas oficiales darán  cuenta de las metas logradas y de las pérdidas. Entre éstas es dudoso que se encuentre el bloqueo de los maestros de la CETEG a la Autopista del sol.
     Al menos para el gobierno estatal de Guerrero que, como lo ha repetido Ángel Aguirre, hace de cada crisis oportunidad; por ello, en los términos que los maestros se lo expusieron se sentó a “dialogar” con ellos.
     Los maestros presionaron para que en nombre de la soberanía del estado se hicieran las modificaciones correspondientes a la aplicación de la reforma educativa en tres puntos: la evaluación a los maestros no atenta contra su derecho laboral; las plazas son propiedad de ellos y, considerar a la praxis crítica del maestro como parte de su trabajo educativo.
     Ninguna atenta contra la línea de fondo del nuevo discurso oficial educativo mexicano, al contrario, las tres reafirman su praxis: la evaluación en manos del Estado le permitirá aprobar a quien sea; así, las plazas se seguirán vendiendo y con la reforma laboral el discurso crítico del maestro hacia el Estado desaparecerá y emergerá un discurso a su favor desde un magisterio atado de pies y manos.
     La “lucha magisterial”, así, o se desintegra o se hace una nueva sectorial del PRI.
     La “oportunidad” que Aguirre vio en esta protesta radica en que, lo que podríamos llamar las contrarreformas que él aprobó, deben ser sancionadas por el Senado. De donde no pasarán: “Nadie por encima de la Constitución”. Sin embargo, él ya dialogó con la CETEG y posiblemente negoció su apoyo para las elecciones del 2015 en las que el nombre de su hijo, el diputado Ángel Aguirre Herrera, “suena” para la alcaldía de Acapulco. O la gubernatura… En nada de esto intervienen ni “el amor a la educación” a “los niños” o “a México”. Es política pura; aún si desaparece la CETEG sus líderes seguirán siendo útiles.
     De hecho, las protestas de la CETEG en Guerrero y Oaxaca serán quizá las últimas movilizaciones multitudinarias de lo que podríamos llamar el movimiento magisterial. Una herencia del México postrevolucionario con fuertes tendencias socialistas en su etapa cardenista y, posteriormente, burocratizado hasta lo inverosímil por el SNTE. 
     Desarticulados el SME y el SNTE, aniquilados o minimizados los demás sindicatos nacionales y estatales, la Coordinadora se ha quedado sola en la escena laboral.
     Su lucha, una vez firmado el “pacto por México”, es cada vez más a contracorriente. Por ello su radicalización. Era imposible que el gobierno de Aguirre no lo percibiera, y sólo tuvo que esperar a que la presión no le dejara de otra que atenderlos. Hasta el 22 de marzo.
     Sí, el bloqueo propició cancelaciones y pérdidas al turismo acapulqueño, pero éstas podrán resarcirse en los días restantes de la temporada: la escisión CETEG-gobierno, no, y menos aún de cara al 2015, año de elecciones.
     Cuando todo mundo pensó que la joya de la corona de este gobierno era el turismo acapulqueño por el cual su preocupación podría haber sido auténtica, la realidad nos ha dejado en claro que es la política. Es una lástima que esa política sólo funcione en beneficio del proyecto personal del Ejecutivo.
     Esta Semana Santa, te pienso Acapulco donde quiera que estés.
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jueves, 21 de marzo de 2013

Autodefensas: cultura II



Yo, ciudadano
Autodefensas: cultura II
Gustavo Martínez Castellanos

     El problema de las autodefensas como expresiones culturales, sin embargo, tiene un trasfondo mayor en el que de alguna manera se muestra la otra cara de su realidad. El caso del Estado de Guerrero es paradigmático. Aquí, “culturalmente” las comunidades sólo han servido para alimentar una idea de folclor: petates y blusas de manos indígenas para el concierto de Plácido Domingo; y para justificar estipendios insulsos: discos de canciones vernáculas y uno que otro libro bilingüe por región.
     Esos grados de la demagogia, caricaturas de encubrimiento, son hijos de la cultura de la simulación de los gobiernos: vemos en los anuncios de Guerrero cumple un camión que transporta a discapacitados; niños con ciertos problemas de salud reciben “equinoterapia”; chavos que son publicados y que reciben becas de CONCAULTA a través del IGC.
     Lo que la publicidad no dice es que en todo el estado de Guerrero hay un solo camión que transporta discapacitados, que está en Acapulco y que sólo lo hace por la Costera; que sólo en el parque Papagayo –en la Costera- y a unos cuantos niños se da equinoterapia, y que el IGC sólo publica y tramita jugosas becas –en Acapulco- para los amigos de Citlali Guerrero como publicitó con bombo y platillo esta semana El Sur.
     ¿Cuándo llegarán esos beneficios a pueblos y comunidades? Nunca. Allá, si hay televisión y radio sólo llegará la sensación de que Guerrero cumple, de que vamos bien.
     Hartos de vivir de “sensaciones” las comunidades decidieron romper el cerco demagógico y darse a sí mismos seguridad. Su rebeldía ha conseguido paz en sus zonas.
     Empero, tanto Congreso como gobierno federal, tienen dudas sobre la autenticidad de esa rebeldía. La maquinaria de simulación de los gobiernos en algunos casos alcanza los niveles del arte; y Guerrero no es la excepción. Como dije, es paradigmático: el confort que expele la imagen turística de Acapulco ha servido inclusive para dar al mundo la idea de que en Guerrero no hay miseria extrema. De que Guerreo cumple.
Visto así ¿quién garantiza que el gobierno de Ángel Aguirre no cederá a la marca de su cultura regional y erija -como en el IGC para Citlali- otro cacicazgo y convierta a las autodefensas en un ejército a su servicio personal y el de sus intereses?, ¿o al servicio electoral de la “izquierda” que lo llevó al poder?, ¿o de entidades ajenas a la legalidad?
     En Guerrero el caciquismo es cultural, varios políticos de familias “grandes” han demostrados una fuerte inclinación a preservar el poder a través de guardias blancas o “gente que le es fiel”. Y es histórico: Juan Álvarez, el más grande cacique regional, llegó  incluso a ser presidente de la república.
     Por ello es que ante el surgimiento de las autodefensas desde el primer artículo de esta serie expuse que eran un brote de conciencia que teníamos que cuidar. Sobre todo en este gobierno, que ha hecho de la simulación y del engaño, arte. ¿Pondrá el temor a ese arte fin a las autodefensas? Del resto de los guerrerenses depende. La Historia y nuestra cultura están en su contra, pero  la política de simulación de este gobierno estatal las condena.
     El Congreso y el gobierno federal, único poseedor del monopolio de la violencia legal, tienen la palabra, o los regulan ellos o entregan a pueblos y comunidades la paz y la armonía eficaces y eficientes a que también tienen derecho. Aún sobre nuestros más profundos y pesados hitos culturales. Y sobre la cultura de simulación de este gobierno.
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domingo, 17 de marzo de 2013

Autodefensas: cultura



Yo, ciudadano
Autodefensas: cultura
Gustavo Martínez Castellanos

     La semana anterior se dieron tres sucesos inéditos en México. El primero tiene que ver con el hecho de que el ejército mexicano haya detenido a un grupo de ciudadanos armados y finalmente lo haya dejado pasar. El segundo deviene del mismo hecho pero desde otra perspectiva: que un grupo de ciudadanos armados haya encarado al ejército dos veces para exigir su derecho a transitar libremente por la región y las dos veces haya hecho valer ese derecho. El tercer hecho tiene que ver con los dos anteriores: que por primera vez,  mexicanos armados, sin hacer caso a uniformes o a órdenes superiores, ideologías, creencias y visiones hayan entablado el diálogo y hayan salido de una coyuntura de crisis -que pudo derivar en el uso de la fuerza y en violencia- sin que nadie saliera lastimado. Todo esto ocurrió el miércoles 13, en Tixtla, Guerrero.
     La explicación a este fenómeno la dio un día después el gobernador, pero del estado de Morelos, Graco Ramírez, al declarar que “las autodefensas son expresiones culturales”.  También dijo que eran político y “hasta criminales”, pero lo importante es que les haya dado la calidad de culturales que hasta ahora todo actor político regional les ha negado.
     Reitero: son la expresión del universo que conforman como excluidos de la modernidad. Su identidad se cifra en el conglomerado y se centra en la existencia de éste en un sentido multidireccional: una de sus vertientes apunta hacia el hecho de que soldados, policías y “autodefensas” son parte del mismo pueblo. Otra vertiente señala hacia lo contradictorio del hecho de que se les respete en tanto expresión ciudadana pero se les denigre en cuanto deseen transitar libremente por sus regiones. Con ello, hacen que volteemos hacia la erección del “cuarto nivel del estado” que apunta hacia la conformación de Reservaciones –como en Estados Unidos- de las que no están autorizados a salir; aún cuando en México el mestizaje significó la fundación del país, y en donde desde el escudo nacional hasta la casi totalidad de nuestra toponimia tiene orígenes indígenas.
      La movilidad cultural de las comunidades y poblados enriquece y dinamiza la vida de las ciudades. En Acapulco –por poner un ejemplo- revitaliza el tejido social desde sus raíces a través de tradiciones, costumbres y de la cosmovisión de cada expresión que pasa no sólo por lo intangible sino también, de forma poderosa, por la gastronomía, la herbolaria y el mestizaje. Mención aparte merecen las variadas lenguas que aquí se hablan.
     La declaración de Graco Ramírez, en ese sentido, expone la tremenda complejidad del problema: las autodefensas nacen de la expresión más viva y sentida de nuestro ser regional; devienen de lo más intrincado del entramado del tejido social y de lo más íntimo y profundo de todos sus substratos.
     ¿Cuándo entenderán y atenderán eso los gobiernos, los medios y los grupos de poder en México?  Reprimirlas por reprimirlas es cegar esas fuentes que dan sustento a las regiones que son todos los méxicos que existen y que en realidad somos. Su expresión, ya como ser cultural ya como voz de desacuerdo, es la voz de nuestra alma nacional.
     Manuel Zepeda, director del IGC, me envió saludos a través de mi alumna Astrid Paola. Muchas gracias, en ésta le pido formalmente una entrevista. Espero que pueda dármela ya que desde el 28 de agosto de 2011  le pedí una a Everardo García Mondragón con el gobernador Ángel Aguirre y hasta ahora me han negado ese derecho. Lo espero.
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martes, 12 de marzo de 2013

Frausto: cuentas que no cuadran

Yo, ciudadano
Frausto: cuentas que no cuadran
Gustavo Martínez Castellanos

     No se fue, sólo cambió de nombre, ahora se llama “Manuel Zepeda”. Nadie vio su renuncia, nadie sabe en realidad porqué se fue, ni a qué nivel ni área de CONCAULTA irá; sólo empezó a correr el rumor de su partida y más tarde la noticia de que se “iba al gabinete de Peña Nieto” a replicar dos “programas” que experimentó en Guerrero: el “cine sillita” y “orquestas infantiles”. Menos mal no la quieren para promocionar el turismo que fue lo único que hizo aquí y para lo cual contrató a artistas amigos suyos y bandas de rock con un porcentaje de por medio y la renta del equipo de sonido de su propiedad.
     Manuel Zepeda, el nuevo titular del IGC también es productor de espectáculos. Fue empleado de Frausto en el gobierno del Distrito Federal donde se conocieron y es imposible que conozca y entienda el espíritu del pueblo guerrerense. Todo eso nos hace ver que la política cultural del gobierno de Aguirre seguirá la misma línea: sólo espectáculos para promocionar al nicho turístico de Acapulco –ni siquiera a toda la ciudad-.  Inclusive, Carlos Marín, en una fallida entrevista en “El asalto a la razón” recriminó eso a Aguirre: “Usted no es gobernador de Acapulco” y Aguirre haciendo caso omiso, continuó promocionando al turismo en Acapulco hasta que el tiempo del programa se agotó.
     Frausto fue creativa; con las arcas abiertas se puso a montar todo tipo de espectáculos (inclusive stand up en “las Alarconianas”). Su mejor trabajo fue el concierto de Plácido Domingo. Utilizó como  pretexto la pobreza de niños de una colonia marginal de Acapulco para pedir apoyo al gran tenor. El divo ya había apoyado otras causas; algunas, de plano, perdidas: en 1985; después del terremoto del D. F. En diciembre de 1995, en Acapulco para menguar el impacto de la matanza de Aguas Blancas. En 1998, otra vez en Acapulco por Paulina. En Diciembre de 2012, por la debacle de Acapulco por la violencia por el narco.
     Los boletos VIP costarían 5,000 pesos; y 300 pesos para el pueblo; el dinero recaudado sería para comprar instrumentos para esos niños y pagar a sus maestros.
     Pero hasta ahora nadie sabe cuántos boletos se vendieron, cuánto dinero se recaudó. Quién cargó con las pérdidas, pues el evento no atrajo ni a 5 mil espectadores (aunque la buena prensa le adjudicó cifras de fantasía). ¿De dónde sacó el dinero para comprar instrumentos y pagar a los maestros? ¿De dónde…? Las cuentas no cuadran.
     Se fue a CONACULTA. ¿La querrán para hacer allá lo mismo que hacía aquí?
     Aguirre le agradeció haber hecho “exactamente lo que le ordené”. Y elevó a un morelense a director de Cultura de Guerrero; y si éste le cumple haciendo “exactamente” lo que le ordene, posiblemente hasta lo haga Secretario de Cultura. Pobre Guerrero…
     Ya van tres veces que de parte de Citlali Guerrero me molestan por teléfono en mi domicilio para pedirme informes sobre un premio que gané hace algunos años. Citlali parece no entender que debido a que ella es increíblemente corrupta y a que ha desviado recursos en Acapulco y en el gobierno de Aguirre para beneficiar a su esposo y a su grupito de incondicionales fue que decidí no volver a participar en las actividades del IGC.
     Tal vez sienta que como el gobierno de Aguirre la encubre y no desempolva las averiguaciones previas que tiene en su contra puede molestar a quien sea.
        Nos leemos en la crónica gustavomcastellanos@gmail.com;
Cine este martes 19 de marzo a las 19:30 hrs en la Alianza Francesa: La mariposa.