Yo, ciudadano
Diciembre:
nuevo secretario
Gustavo
Martínez Castellanos
2013
se encuentra en la recta final. En Acapulco, inclusive las secuelas de las
tormentas que azotaron la región en septiembre y octubre son cosa del pasado a
pesar de que la noche del primero de diciembre llovió en algunas partes del
municipio. Nuevos escollos definen la geografía del puerto; por ejemplo, los
trabajos de detalle del Acabús que cada vez demuestra que una vez que sus autobuses
rueden por sus carriles el caos vial se potenciará exponencialmente: ¿acaso
nadie advirtió que las calles de Acapulco no sirven para un proyecto así? Tal
vez sí, pero el flujo de inversiones no puede detenerse.
Al respecto, nuevos
proyectos para hacer rentable la zona del Acapulco Náutico tocan a la puerta en
desdén total de los fallidos proyectos anteriores pues no dieron ni publicidad
para quienes aspiran a cargos de elección popular para el 2015. Uno de ellos,
sin embargo, no le apostó a las inversiones ni a la foto de relumbrón sino al
nicho cultural: Arturo Martínez Núñez, quien hace un par de semanas fue
nombrado Titular de la Secretaría de Cultura que había ocupado el morelense
Manuel Zepeda.
Con el nombramiento de Martínez Núñez el gobernador tuvo dos
aciertos: remover a un funcionario que desde que su jefa fue llamada a
CONACULTA no pudo o no quiso proponer una perspectiva audaz y seria de concebir
la cultura y nuestra cultura. El segundo acierto fue haber nombrado a un
guerrerense.
Al respecto no son muchas las medallas que puede lucir Martínez
Núñez; salvo el trabajo realizado con sus padres en los festivales culturales
de La Pintada –comunidad que recientemente desapareció bajo un alud -, la
edición de El Quijote de Cervantes
(el de Avellaneda, el de Pierre Menard de Borges, y otros, aparte) y el trabajo
realizado durante algunas comisiones de apoyo al quehacer cultural en Europa. Sin
embargo, no es aventurado esperar que su nombramiento sea un pago de facturas
políticas y el cargo sea una plataforma para placearlo como futuro diputado
(local o federal) o como senador por el PRD de Aguirre en la dinámica de que si
hasta un oscuro e improductivo Everardo García Mondragón ya se pasea por la
pasarela electoral como suspirante a una diputación por el sólo mérito de haber
sido secretario particular de López Rosas e intentar serlo ahora de Aguirre
Rivero, ¿por qué un hijo de perredistas de cuño no puede aspirar a una curul?
Su
desempeño en la Secretaría de Cultura puede conseguirle el voto: pero primero
debe abatir sus altísimos índices de corrupción; después, debe escuchar a todos
los actores culturales del estado –no sólo a los que Frausto en una negra
herencia permitió en el IGC-; y por último, no olvidar que el nicho cultural en
Guerrero no es un espacio para que “creadores” al vapor asalten recursos para
pagarse vicios y excesos y darse la gran vida, sino para sacar adelante a este
estado. Martínez Núñez tiene la gran oportunidad al ser, aparte del primer
secretario de Cultura guerrerense la de enderezar el rumbo de ese nicho para
beneficio de todo Guerrero. Sólo tiene que hacer que el binomio “Cultura-Guerrero”
deje de ser el oxímoron en el que los actuales burócratas culturales lo han
convertido. Tiene un año.
Celebramos que sea un guerrerense, esperamos que no
olvide que tiene bajo su cuidado el núbil y profundo trazo de la cosmovisión de
un enclave geofísico cuyas resonancias son imponentes por sí solas.
Nos leemos en la
crónica gustavomcastellanos@gmail.com
Nuevo
número de www.culturacapulco.com: entrevistas con Benjamín Sandoval, Jean
Christophe, Florent Branchu, pintura, poesía y ficción.
Gracias
por las invitaciones a asistir a la FIL. Tal vez el próximo año. Saludos.