Cannes –
Acapulco. Hermanamiento
Gustavo Martínez
Castellanos
Se ha repetido
con entusiasmo y certeza que las ciudades de Cannes, (Mediterráneo francés), y
Acapulco (Pacífico mexicano) comparten dos grandes similitudes: son bahías y
ambas tienen una fuerte vocación turística. Esta iteración, sin embargo, ha
hecho que se pase por alto otros aspectos inherentes a sus similitudes, entre
ellos –y quizá el de mayor potencia- el de sus nombres.
Cannes
Inicia su
ascenso como ciudad hasta el siglo XI, cuando, debido a la presencia sarracena,
los monjes que habitaban las islas Lérins (Santa Margarita y San Honorato, las
más grandes) se trasladan a la pequeña bahía frente a éstas que desde el siglo
II a.C. eran un punto de ingreso a tierra firme aunque estaba cubierta por pantanos.
Es posible que de aquél entonces le devenga su nombre: “Cannes” que se puede
traducir como “Cañas” debido a que éstas herbáceas surgen en abundancia en las
orillas de los cuerpos de agua dulce.
Acapulco
Se asume que el
puerto de Acapulco fue descubierto por adelantados españoles en el primer
cuarto del siglo XVI, y aunque no se sepa con certeza si ese es su verdadero
nombre se toma como cierta su descendencia nahua; así, Acapulco de la frase: Ácatl
pol co, puede leerse en castellano como “lugar en donde los carrizos o cañas
fueron destruidos”, o “lugar de carrizos arrasados”, presumiblemente a causa de
una cruenta batalla entre pueblos autóctonos. Dicho nombre y sus significados
encierran la historia de un largo proceso de nominación y traducción que hasta
el día de hoy presenta muchas inconsistencias.
Aún con eso, la
aceptación del nombre con el sustantivo Ácatl
(caña) tiene un soporte en el hecho de que en la zona del primer Acapulco o el
de los barrios históricos, así como en su vecina región noreste (el Parazal,
Aguas Blancas), al igual que en la bahía de Cannes también había pantanos en
los que, se cuenta, abundaba el parás,
nombre regional de la caña.
Cañas y civilización
“Unas débiles
cañas, decía Plinio, han bastado para someter, civilizar y suavizar las
costumbres de los hombres. En efecto, de las cañas se han hecho las flechas,
las plumas y los instrumentos de música” establece Vicenc Joaquin Bastús i
Carrera en su Diccionario histórico
enciclopédico en referencia a la importancia civilizatoria de la caña en
Europa.
En
el México precortesiano, la caña también proporcionaba profundos servicios
civilizatorios, ya que sus astillas eran utilizadas como….
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Nos leemos en la crónica