Yo, ciudadano
Seis
turistas españolas II: ¿Guerrero seguro?
Gustavo
Martínez Castellanos
La
captura de seis de siete de los agresores sexuales de las turistas españolas en
las inmediaciones de Acapulco y la Costa Chica de Guerrero ha dado como
resultado muchas reacciones y muchas lecturas. Éstas son algunas de ellas.
Como
cuando Guerrero fue catalogado el estado más violento de México y el gobierno
estatal hizo el anuncio de la creación de una Secretaría de Cultura, en esta
ocasión hizo el anuncio de que se gastarán tres millones de pesos más en
promocionar el turismo en Acapulco. Que
ambas cosas tengan el mismo objetivo promocional nos dejan ver que este
gobierno continúa con la práctica de intentar minimizar los grandes problemas
estatales a través de golpes mediáticos.
Es
plausible cuando las policías de los tres niveles de gobierno se unen y ofrecen
resultados favorables. Lo malo es que sólo lo hagan cuando los agraviados son
miembros de las clases alta y política, y extranjeros. En México, no cabe duda
la justicia es selectiva.
Véase el caso Cassez.
Que
la violencia en Guerrero no se acaba con la captura de los seis violadores de
las turistas españolas lo demuestran dos hechos colaterales: el primero tiene
que ver con el anuncio de tregua y de concordancia mutua entre los grupos de
autodefensa y las policías comunitarias de un diferendo que estuvo en poco de
escindirlos. El otro es el hecho de que otras comunidades de la Costa Chica ya están
formando grupos de autodefensa.
Un
tercer aspecto se observa en el hecho de que en la Colonia Bonfil de la zona de
Barra Vieja, en donde desafortunadamente fueron violadas varias turistas
(mexicanas y españolas), los vecinos también han armado grupos de autodefensa
pero también para evitar que ingresen a sus vecindarios las policías. De esa
forma, en pocas semanas, casi toda la franja de la Costa Chica podría estar en
manos de estos grupos que han demostrado su eficacia en la defensa de la vida y
de los bienes de sus conciudadanos.
Esa
eficacia demuestra dos cosas: que la delincuencia que los primeros grupos de
autodefensa desterró de sus territorios se está moviendo hacia otros poblados;
es por ello que éstos también se están armando para evitarlos y expulsarlos. Si
este fenómeno adquiere el “efecto dominó” para el día de las madres, en
Guerrero, todos nos saludaremos armados y encapuchados en la defensa de nuestras
familias y de nuestros bienes.
Así,
vemos que el impacto mediático de la aprehensión de los violadores de las seis
turistas españolas es sólo un vano esfuerzo -aislado e ineficaz- para calmar
los ánimos de un estado lacerado por la inseguridad y, que, anunciar tres
millones de pesos más para promocionar al turismo -después de haber financiado
la serie Gossip Girl Acapulco- sólo
da cuenta de la superficialidad con la que este gobierno se toma el problema.
Sus
intereses parecen estar más centrados en hacer rentable el nicho turístico de Acapulco
que en atender los graves problemas que sufren el resto de la ciudad y el
estado.
Es posible que la vecindad del hombre más rico
del mundo en nuestro solar obligue a este gobierno a emitir una atmosfera de glamour y confort a su paso. O a generar
las condiciones para que sus negocios sean más rentables.
Si
la cosa es así, ya podremos esperar sentados a que Guerrero algún día sea
seguro.
(Ayer,
13 y hoy, 14 recordamos a Ignacio M. Altamirano y a Vicente Guerrero.)
Nos leemos en la
crónica gustavomcastellanos@gmail.com
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