Yo, ciudadano
Frausto:
cuentas que no cuadran
Gustavo
Martínez Castellanos
No
se fue, sólo cambió de nombre, ahora se llama “Manuel Zepeda”. Nadie vio su
renuncia, nadie sabe en realidad porqué se fue, ni a qué nivel ni área de
CONCAULTA irá; sólo empezó a correr el rumor de su partida y más tarde la
noticia de que se “iba al gabinete de Peña Nieto” a replicar dos “programas”
que experimentó en Guerrero: el “cine sillita” y “orquestas infantiles”. Menos
mal no la quieren para promocionar el turismo que fue lo único que hizo aquí y
para lo cual contrató a artistas amigos suyos y bandas de rock con un
porcentaje de por medio y la renta del equipo de sonido de su propiedad.
Manuel
Zepeda, el nuevo titular del IGC también es productor de espectáculos. Fue
empleado de Frausto en el gobierno del Distrito Federal donde se conocieron y
es imposible que conozca y entienda el espíritu del pueblo guerrerense. Todo
eso nos hace ver que la política cultural del gobierno de Aguirre seguirá la
misma línea: sólo espectáculos para promocionar al nicho turístico de Acapulco –ni
siquiera a toda la ciudad-. Inclusive,
Carlos Marín, en una fallida entrevista en “El asalto a la razón” recriminó eso
a Aguirre: “Usted no es gobernador de
Acapulco” y Aguirre haciendo caso omiso, continuó promocionando al turismo en
Acapulco hasta que el tiempo del programa se agotó.
Frausto
fue creativa; con las arcas abiertas se puso a montar todo tipo de espectáculos
(inclusive stand up en “las
Alarconianas”). Su mejor trabajo fue el concierto de Plácido Domingo. Utilizó
como pretexto la pobreza de niños de una
colonia marginal de Acapulco para pedir apoyo al gran tenor. El divo ya había
apoyado otras causas; algunas, de plano, perdidas: en 1985; después del terremoto
del D. F. En diciembre de 1995, en Acapulco para menguar el impacto de la
matanza de Aguas Blancas. En 1998, otra vez en Acapulco por Paulina. En Diciembre de 2012, por la
debacle de Acapulco por la violencia por el narco.
Los
boletos VIP costarían 5,000 pesos; y 300 pesos para el pueblo; el dinero
recaudado sería para comprar instrumentos para esos niños y pagar a sus
maestros.
Pero
hasta ahora nadie sabe cuántos boletos se vendieron, cuánto dinero se recaudó. Quién
cargó con las pérdidas, pues el evento no atrajo ni a 5 mil espectadores
(aunque la buena prensa le adjudicó
cifras de fantasía). ¿De dónde sacó el dinero para comprar instrumentos y pagar
a los maestros? ¿De dónde…? Las cuentas no cuadran.
Se
fue a CONACULTA. ¿La querrán para hacer allá lo mismo que hacía aquí?
Aguirre
le agradeció haber hecho “exactamente lo que le ordené”. Y elevó a un morelense
a director de Cultura de Guerrero; y si éste le cumple haciendo “exactamente”
lo que le ordene, posiblemente hasta lo haga Secretario de Cultura. Pobre
Guerrero…
Ya
van tres veces que de parte de Citlali Guerrero me molestan por teléfono en mi
domicilio para pedirme informes sobre un premio que gané hace algunos años. Citlali
parece no entender que debido a que ella es increíblemente corrupta y a que ha desviado
recursos en Acapulco y en el gobierno de Aguirre para beneficiar a su esposo y
a su grupito de incondicionales fue que decidí no volver a participar en las
actividades del IGC.
Tal
vez sienta que como el gobierno de Aguirre la encubre y no desempolva las
averiguaciones previas que tiene en su contra puede molestar a quien sea.
Nos leemos en la
crónica gustavomcastellanos@gmail.com;
Cine
este martes 19 de marzo a las 19:30 hrs en la Alianza Francesa: La mariposa.
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