miércoles, 16 de octubre de 2013

Acapulco, un mes

Yo, ciudadano
Acapulco, un mes
Gustavo Martínez Castellanos

     La foto: El sonriente gobernador Ángel Aguirre -que algunos articulistas recuerdan bajo la consigna: “En Acapulco llueve y llueve y el gobernador bebe y bebe”-; estaba feliz ese 13 de septiembre porque celebraba haber reunido a todas las fuerzas políticas de peso bajo su mando; ya podía nombrar sucesor. 200 años atrás Morelos había conseguido lo mismo pero con fines nobles y si Fox dijo que era más grande que Juárez, ¿por qué él –Aguirre- no podía ser más grande Morelos? La relación con la tormenta Manuel, sin embargo, es otra: en cada reunión de esa envergadura (Figueroa, Juárez Cisneros, etc.) debía estar ahí todo el gabinete para apoyar los compromisos políticos y económicos al respecto del pacto. Y si estaba ahí todo el gabinete ¿quién atendía las contingencias del meteoro? Además ¿con qué dinero? esos pactos no se sellan con apretones de mano.
     El grito: En Acapulco, el día 15 el alcalde presentó su informe y declaró que así lloviera, tronara o relampagueara daría el grito; cuatro comicios ¿y no darlo?, imposible. Aún cuando “Manuel” había llegado el 13 Protección civil estaba presta a concentrarse en la explanada del ayuntamiento viejo. No podían estar al mismo tiempo en la tormenta.
     Voz de alarma: Ese fin de semana hubo 40 mil turistas hospedados en los hoteles del puerto; cada uno previa reservación. Gobernación federal dice que avisó a tiempo sobre el advenimiento de “Manuel” pero parece ser que ningún hotel repitió esa voz de alarma a sus clientes. Todos tuvieron que salir de Acapulco como si huyeran de una zona de guerra.
     O de desastres. Como el que dejaron tras de sí los tres alcaldes perredistas que Manuel Añorve flanqueó: Zeferino Torreblanca, Alberto López Rosas y Félix Salgado Macedonio: la década perdida en Guerrero y Acapulco no sólo se observa en la venta de terrenitos en humedales y cuencas sino en todos los aspectos de nuestra vida política, económica y cultural. En diez años el PRD demostró que el único cambio capaz de ejercer es para empeorar. Aún con su pasado priísta Aguirre Rivero no ha escapado a esa praxis.
     Recuperar Acapulco. ¿Otra vez recuperar sólo a Acapulco? La tendencia es perniciosa; nuevamente se quiere dar soluciones turísticas a problemas complejos. ¿Quién fue el genio que autorizó la publicidad “Acapulco, 365 días de sol?” Seguramente el mismo que ahora anda buscando “el rostro de Acapulco”: o Plácido Domingo o Eugenio Derbez; cuando el rostro de Acapulco debe ser el de una ciudad limpia, segura, ordenada, capaz de enfrentar cualquier contingencia sin costos en vidas humanas.
     Y otra vez, como con la violación de las seis turistas españolas, la salida de Acapulco de los vacacionistas en un puente aéreo con visos de escape de alguna república bananera en pleno estallido social le dio la vuelta al mundo más rápido que cualquier otra publicidad. Inclusive que la de políticos y funcionarios haciendo proselitismo con la ayuda que el país y el mundo generosamente han enviado para los guerrerenses caídos en desgracia.
     Olvido. Ha pasado un mes. Guerrero llora a sus muertos. Este noviembre habrá más velas y comida en muchos altares de los hogares surianos. Algunos de esos altares ni siquiera se erigirán en un hogar. La costra de atraso y miseria que Morelos intentó borrar de nuestra geografía sigue ahí. “Manuel” parece habernos dicho que su lucha fue en vano o que en 200 años no hemos sabido merecer la libertad que para nosotros Morelos forjó.
     Nos leemos en la crónica: http://culturacapulco.blogspot.com.
     Nuevo número: www.culturacapulco.com, con colaboraciones de Elena Kahn y el Dr. Floriberto González. Espero que la disfruten y la socialicen.

sábado, 5 de octubre de 2013

Fotos y negligencias



Yo, ciudadano
Fotos y negligencias
Gustavo Martínez Castellanos

     Ante la insistencia de algunos políticos y medios de que el gobierno federal avisó a tiempo a gobiernos y alcaldías sobre el paso de “Manuel” e “Ingrid” y de que el gobierno de Aguirre actuó con negligencia, lo único que éste puede hacer es demostrar lo contrario.
     A decir del gobernador Aguirre Rivero, el protocolo de Protección Civil inició 24 horas antes de que Manuel golpeara la entidad. Eso implicaría que para el día 13 ya estaban instalados y provistos los albergues de los 81 municipios con agua, luz, comida, agua para beber, muebles (colchones, catres o colchonetas), ropa (sábanas y cobijas) y vigilancia.
     Para ese día o el siguiente, debían estar verificadas, cuando menos, la eficacia de las líneas de comunicación entre municipios, el centro, las fuerzas armadas y las policías todas. Tanto personal como vehículos debían estar listos para actuar en caso de contingencias sobre todo porque es sabido que en Guerrero los vehículos oficiales están al servicio de funcionarios, políticos y sus familias o se encuentran en mal estado o carecen de suficiente combustible para operar largas jornadas. Al igual que la maquinaria pesada, de la que seguido se informa que es prestada para trabajos de protegidos del gobierno; recuérdese el helicóptero que el gobierno de Zeferino facilitó a un regidor de Acapulco sólo para batir un récord guiness y a efecto de ello el aparato quedó inservible.
     El personal de protección civil aparte de estar entrenado para soportar largas jornadas de trabajo y capacitado para enfrentar los peligros que se le presenten, para seguir una línea de mando y para saber qué hacer específicamente en caso de cualquier siniestro coordinado con el sector salud –clínicas y hospitales- y con los cuerpos de bomberos que amén de contar con todos los implementos necesarios para realizar con eficacia su labor de guía y de rescate de damnificados debía contar con equipo y herramientas especializados en su labor y con vehículos con combustible eficiente. La coordinación incluye a cuerpos de rescatistas y otras asociaciones civiles que en cada desastre ofrecen de forma desinteresada sus servicios de auxilio inmediato a toda la población.
     Aun cuando la tormenta haya iniciado el viernes 13, los días 14, 15 y 16 Protección Civil debió tener todo listo y debe tener testimonios de que atendió todas las emergencias que se le reportaron y las que pudo detectar  en su mapa de zonas de riesgo.
     El hecho de que muchas personas digan que no hubo información oficial sobre el meteoro se debió tal vez a que el gobierno no quiso causar pánico; en el caso de Acapulco porque había una ocupación de 40 mil turistas ese fin de semana largo.
     Es una tarea titánica, pero con la enseñanza de desastres anteriores los mexicanos ya contamos con la debida formación para realizar esas tareas y otras de mayor alcance. Si Protección Civil en Guerrero hizo bien todo lo arriba señalado sólo tiene que informar detalladamente para acallar las voces que acusan al gobierno de Aguirre de negligencia.
     En efecto, como dicen algunos amigos del gobernador, su foto festejando el día trece no puede ser testimonio de que fuera negligente. Cuando mucho, la imagen es testimonio de que estaba muy contento porque en fecha tan emblemática había reunido a casi todos los grupos de poder del estado, pero ése hecho es motivo de otra lectura.
     Nos leemos en la crónica: gustavomcastellanos@gmail.com
     Éste y otros artículos en: http://culturacapulco.blosgpot.com
  
Nuevo número de www.culturacapulco.com; los invito a leerlo y a socializarlo.