Yo, ciudadano
¿Qué
pasa en Guerrero? 2
Gustavo
Martínez Castellanos
No
es necesario hacer un análisis profundo sobre la actitud de Ángel Aguirre ante
las demandas y protestas de la CETEG; el slogan que le impuso a su último
evento público la explica con contundencia: “2do. informe de resultados”.
Para
empezar debemos preguntar cuándo fue el primer “informe de resultados” y
después tratar de descifrar a qué resultados se refiere: si a los buenos o a
los malos.
En
efecto, no hubo un primer informe, ni de gobierno, ni de nada –de hecho ni
siquiera hubo una transición de poder porque Zeferino no se presentó a entregarlo-
y éste informe que denomina “segundo” no se realizó el día primero como marca
la costumbre.
Sin
embargo, si esos datos no le importan a este gobierno ¿por qué habrían de
importarle otros? En 1996 cuando Figueroa Alcocer fue defenestrado, Aguirre no
era el único político en la lista de Chuayffet para sucederlo, pero era el
único que reunía el perfil que el PRI necesitaban para no perder el poder en
Guerrero ante las protestas de un PRD en ascenso gracias a los errores del PRI:
tolerante, conciliador; pachanguero: un respiro en el aire aún viciado por el
olor a pólvora que despedía el vado.
Aguirre
ha acentuado ésa su naturaleza con la experiencia política que ha adquirido a
lo largo de los años y con dos eventos más: la rentabilidad que deja la obra pública
y el asesinato de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa en diciembre de
2011.
Su
prisa por desalojar hoteles en la zona tradicional, por remozarla, por
venderla, no es sino el apéndice de su prisa por que su proyecto del Acabús fuera
aprobado de prisa por el Congreso, al igual que su proyecto de macrotúnel
Puerto Marqués-Costa Azul. 12 mil millones de pesos lo esperan para extender un
macroproyecto turístico desde Coyuca hasta Zihuatanejo por lo que en lugar de
fomentar la industria pesquera en esa zona con el proyecto Puerto Vicente
Guerrero sus allegados hicieron un torneo de pesca de pez vela con su nombre. Aguirre
no quiere conflictos. No tiene cabeza ni tiempo para atenderlos; por ello,
aducen algunos analistas, deja de vez en vez el gobierno en manos de su
secretario general de gobierno, en manos de sus sobrinos, en manos de su
secretario particular. En las manos de quien sea; hay muchísimas en la nómina.
Por
eso, quienes esperan su mano dura se equivocan; Aguirre negocia, convence; no
confronta ni reprime: pacificó a las autodefensas y obtuvo una tregua con la
CETEG para su “informe”. Ganadero de antes, espera los ciclos. Conoce bien los
del PRD. Y comprobó que la sangre no se lava con nada con la muerte de los
estudiantes de Ayotzinapa
Es
mejor esperar. Tolerar más allá de los límites.
Pero
ése esperar no ha sido sólo suyo, miles de ciudadanos piden seguridad en sus
comunidades, en los balnearios, en carreteras. Los empresarios, certeza. La
miseria crece. La corrupción se desborda. Nuevos cacicazgos han emergido y el
viejo PRI enseñorea hasta en los desfiles más significativos. Esa tolerancia de
Aguirre ha reactivado nuestra leyenda negra a nivel internacional. Eso, el abucheo
en el Torneo de Tenis y la ausencia de su gran aliado, Slim, en sus últimos eventos,
son los malos resultados. Ya se verán los demás de aquí a las elecciones del
2015 en que ya es imposible que el PRD gane. Pero a él ¿qué puede importarle?
En casi cinco años habrá hecho excelentes negocios y si es posible habrá
posicionado políticamente bien a su hijo. Ésos son buenos resultados. Lo demás,
no cuenta.
www.culturacapulco.com; culturacapulco.blogspot.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario