miércoles, 27 de abril de 2011

Vulnerar, la tendencia


Yo, ciudadano
Vulnerar, la tendencia
Gustavo Martínez Castellanos

Esta semana santa nos adelantó un escenario del próximo gobierno estatal. Las actitudes de los secretarios de Salud, Lázaro Mazón y de Desarrollo Social, Jiménez Rumbo al negarse a ingresar a una dinámica de cohesión dentro del gobierno estatal actual, -que sus personeros han justificado aduciendo que reportan comportamientos partidistas o de lid electoral- dejan entrever una innegable tendencia.
En el caso de Lázaro Mazón -dos veces alcalde de Iguala- es posible observar que cuando formó sus gabinetes nadie decidió por él ni nadie le condicionó nada. Si repartió espacios a su partido fue por inclinación personal. Pero si lo hizo bajo presión del PRD, entonces entendemos con claridad la raíz de su actual postura y la contradicción en la que cae al aceptar un cargo sólo para entregárselo a su partido En esa contradicción va otra impronta: a pesar de que solo es Secretario, Mazón sigue sintiéndose Ejecutivo. En otras palabras, cree que en él debemos empezar a ver a “otro” gobernador sobre el que elegimos en las urnas. O a un “subgobernador” cuya Secretaría es ya un “subgobierno”.
Jiménez Rumbo ha actuado en la misma tesitura: tampoco ha admitido que es parte de un gobierno, que la  Secretaria a su cargo no es “otro” poder. Se puso en pie de lucha después de su correligionario Lázaro y es posible que considere que, como en la tribuna senatorial, sus mociones deben ser tomadas a título de legislación. En ese ejercicio -que le vendría muy bien con buenas propuestas y una actitud en verdad vigilante de la res pública suriana- no ha querido entender que ahora es parte de un equipo cuyo fin es resolver dentro de un ámbito de cohesión los problemas del pueblo al que él mismo se obligó a servir (no a representar) con un gobierno al que accedió a pertenecer no a contradecir, ni a desobedecer, presionar o cuestionar. Mucho menos a verlo como la bancada de oposición a vencer.
Estas actitudes no sólo dan cuenta de la bizarra idea que de sí mismos tienen ambos secretarios sino que reafirman la especie de que están en pie de guerra pues al condicionar su presencia para participar en un gobierno han pretendido fracturarlo ya que iniciaron por intentar acorralarlo a través de ventilar las primicias de sus inconformidades en los medios de comunicación, como siempre lo hace el PRD que ha presentado todas sus batallas primero a través de su prensa, ésa que sólo vela por los intereses del PRD -aún cuando esos intereses lastimen o fracturen la vida institucional del estado y la de los demás ciudadanos- y luego inician las marchas y los plantones.
Esas actitudes suyas, no sólo dejan entrever que desestabilizar a través de la renuencia ya es su tarea; sino que, además, le dan la razón a Zeferino quien, prefirió eludirlos para no lidiar con ellos y sus bizarras estratagemas.
Vulnerada de inicio la cohesión del gobierno con estos casos, es de esperarse que las actitudes de ambos secretarios se vuelvan tendencia –como todo lo que le da resultado al PRD en su afán de acumular más poder- y, en lo sucesivo, la vida institucional del gobierno sufra más acometidas que redunden en la retardación de las acciones administrativas y asistenciales del gobierno, toda vez que ambos perredistas, al aceptar la venia de Aguirre a sus contradictorias condiciones (en lugar de rechazarla y sumarse a la vida institucional gubernativa), ratificaron que consiguieron establecer una pugna de la cual ganaron el primer asalto y a menos de un mes de iniciado este gobierno. ¿Qué más debemos esperar?
Nos leemos en la crónica gustavomcastellano@gmail.com

2 comentarios:

  1. No creo que el Sur, trabaje para la izquierda. Trabaja para el que le paga. Y si alguien no sirve sus intereses, lo ataca en forma sistemática: jamás señala un acierto y magnifica e inventa errores. Ese diario se considera “fedatario de la Historia” y está muy contento de haber atacado e insultado durante seis años a Zeferino. Y me gustaría preguntarle: ¿cuánto habrían durado el Sur y su director si hubieran tratado igual a Figueroa o a René Juárez?
    Ese diario deja claro, que nunca hubo mayor libertad de expresión que con Zeferino. ¿Habrían podido los maestros tomar ocho meses el Palacio de Gobierno, a los priístas?

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  2. Los políticos que se supone, tendrian que velar por el bienestar del pueblo sólo lo hacen por sus propios interteses. En parte, el pueblo tiene la culpa por permitir que los que estan en el poder hagan de nosotros lo que se les de la gana.

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