domingo, 12 de agosto de 2012

Aguirre y el féretro de Octaviano


Yo, ciudadano
Aguirre y el féretro de Octaviano
Gustavo Martínez Castellanos
Las vacaciones se fueron, terminaron las Olimpiadas, los resabios de la lucha electoral menguan. Acapulco surge de los rescoldos de la tormenta tropical Ernesto como un oxidado buque del que las 35 mil ventanas de sus cuartos de hotel escurren el agua  muerta de los monzones atrasados. Nostalgia por ellos; por Octaviano Santiago Dionisio. Por un proyecto democrático de Estado y de Cultura.
A las 22:46:38 del viernes 10 de agosto de 2012, “M” recibió el mensaje de texto: “Qué onda ‘M’ te escribe ‘A’ de IGC pa invitarte mañana talleres relámpago d cuento&poesía en el IGC a las 10 am, cn validez oficial&constancia”. Ella no reconoció al remitente porque no lo conoce; entonces detuvo el juego (de ajedrez) y me preguntó si yo lo conocía, le dije que sí, que antes vendía tacos y ahora trabajaba en el IGC. ¿Cómo conoce mi teléfono?, dijo “M”. Ella me había pedido ayuda para elaborar el ensayo con el que participaría en ese certamen literario del IGC: “Ha de ser porque lo pusiste en la plica con tus datos para el concurso de ensayo”. Ella sonrió esperanzada: “Entonces, gané; de lo contrario no hubieran abierto mi plica”. Traté de ubicarla sin deprimirla: “No te adelantes, con esa gente no se sabe. Espera a que te lo comuniquen”. Nunca se lo comunicaron: a la mañana siguiente me habló para decirme que un amigo le había pasado vía e-mail el reporte que apareció en El Sur (siempre detrás de cada transa de Citlali Guerrero y de Alejandra Frausto) en el que la ganadora del certamen de ensayo era otra (¿?) joven.
Si “M” no ganó ¿cómo obtuvo el IGC su teléfono? Estas son algunas respuestas: En cuanto “M” llevó su trabajo a las oficinas del IGC en Acapulco lo abrieron, sacaron la plica, tomaron los datos y lo demás lo desecharon. ¿Por qué harían algo como eso? Porque ahí conocen a “M” y la relacionan conmigo porque me ha acompañado a algunos eventos. O tal vez su trabajo llegó hasta el jurado y fue seleccionado como ganador, pero en cuanto vieron su nombre decidieron darle el premio a otra joven. ¿Cómo ocurrió eso si -según El Sur- “Los jurados calificadores que estuvieron conformados por el sistema de Creadores de CONACULTA”? (Lo que El Sur quiso decir es que el jurado estuvo conformado por miembros del Sistema Nacional de Creadores que depende de CONACULTA pero, como a los mensos, a El Sur se le traba la lengua cuando miente). La respuesta es sencilla: José Dimayuga y Jeremías Marquines son flamantes miembros del Sistema Nacional de Creadores de CONACULTA. Por eso El Sur no publicó sus nombres. Círculo cerrado: Citlali convoca, el IGC recibe, Jeremías, Dimayuga, Aburto -el que sea (siempre y cuando sea de ese grupito)- dicen cuál trabajo es digno del premio pero cuando ven que el autor detrás del seudónimo es alguien que no se somete, deciden darle el premio a alguien más.
Circuito corrupto completo; alegremente respaldado por CONCACULTA y por el juvenil gobierno de Ángel Heladio Aguirre Rivero
Veo la foto del gobernador cargando el féretro de Octaviano Santiago Dionisio y me pregunto ¿habrá entendido la lucha de ese ciudadano (digno como pocos de ser llamado hombre) por alcanzar un Guerrero y un México justos, democráticos, sin hambre, sin injusticia social, sin cacicazgos, sin discriminaciones? Creo que no. Llevo meses informándole que la política cultural de su gobierno es errática en manos de Alejandra Frausto, caciquil en manos de Citlali Guerrero y se niega sistemáticamente a escuchar. ¿A que tantas otras corruptelas de su gobierno pondrá oídos sordos? Ya lo sabremos.
Nos leemos en la crónica gustavomcastellanos@gmail.com

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