sábado, 29 de octubre de 2011

"Margarita"


Yo ciudadano
 “Margarita”
Gustavo Martínez Castellanos

Jorge Falcón, director de importantes medios en Guerrero, me hizo llegar el anónimo; él es testigo de que se reproduce aquí, íntegro, tal como le llegó: sin dirección electrónica y firmado al final sólo con un escueto: “Sra. Margarita”. Veamos:
“Señor Gustavo Martinez, he leído varios de sus artículos, algunos bastantes buenos, pero otros, en serio, son una ofensa a los lectores por el nivel de enfermedad que trasmiten. Es una lástima que usted, siendo tan talentoso, pierda el tiempo escribiendo obsesivamente contra el tal Jeremías Marquines, al que se nota, usted envidia o odia tanto. Es una lástima que desperdicie el tiempo nuestro enviándonos a nuestros correos esa basura que usted escribe para purgar su complejo de inferioridad. Es lamentable que sus escritos los contamine siempre con señalamientos a esa persona que usted ha hecho tan famosa. En lo particular, siento que usted está muy acomplejado y quiere igualarse a la persona que tanto critica compulsivamente. Creo que debería consultar a un especialista para que le atienda ese problema. Además no debería mentir para justificar sus ataques. En los artículos suyos que he leído usted acusa a este personaje de muchas cosas pero usted no prueba nada, solo lanza anatemas y rencor buscando el desprestigio pero nada más. En el último artículo suyo que llegó a mí correo. Usted hace como que copia unos correos que según usted le llegaron a su bandeja, y en los que se habla mal ese escritor y de su esposa, pero son tan parecidos todos en su redacción que no hay duda de que es un recurso que usted utiliza para seguir difamando a estas personas. Es grave su enfermedad señor Gustavo y sobre todo su complejo de inferioridad. Le escribo porque cuando me llegan sus escritos pienso que voy a disfrutar de un buen texto informativo pero al leerlo sólo encuentro su rencor y su acomplejada visión, qué lástima por usted. Por último, le recuerdo que cuando Aída Espino fue directora de Cultura de Acapulco, usted fue al único que contrataba para dar talleres, decir conferencias, conducir programas, dar mesas redondas, etc. Yo lo recuerdo porque fui a varios de los eventos donde usted era el todólogo. Usted era el único que cobrara en esa nómina y además cobraba bastante por cada participación, ¿o acaso no es cierto? ¿Por qué de eso no comenta en sus escritos cuando acusa a las otras personas? Su obsesión, señor Gustavo, es que los hayan relevado del espacio cultural del ayuntamiento donde usted era el único que quería hacer todo y cobrar por ello, y además es algo que su cerebro no supera. Por último, también le recuerdo que varias madres lo expulsamos a usted y Aida del la biblioteca por su pretensión de querer manosear a las niñas que llegaban a su taller. ¿Por qué de eso no escribe? Y por favor ya deje de enviarme su basura demente. Sra. Margarita”.
Antes que todo: Gracias Jorge por tu envío; honra nuestra amistad. Te abrazo.
En Guerrero todos sabemos que Jeremías ataca de esta forma a burócratas y políticos para obtener de ellos lo que necesita. Sólo hay que leerlo. Como yo nunca he sido burócrata ni político, de mí no obtendrá más que verdades. No puede encajonarme como ellos porque no tiene con qué hacerlo; por eso recurre a su bipolaridad y a los anónimos. En su servicio le responderé marcándole sus errores e invitándolo a que pruebe sus acusaciones.
“Margarita” se deja ver como experta en analizar textos, pero finge que ignora que se recurre a la edición para ahorrar espacio en la reproducción de citas. Primer error.
“Margarita” señala que Aída me encargó cubrir muchos aspectos de su programa cultural pero evita exponer mi solvencia moral y profesional y el hecho de que nunca cobré debido a que Citlali y él dieron un golpe contra la gestión de Aída y ayudaron tres años a Félix Salgado y a Fabiola Vega a desviar el presupuesto de cultura. Nunca me contrataron. Nunca cobré. Lo invito a que pruebe lo contrario. Segundo error.
“Margarita”, reconoce que asistía a mis conferencias. Y con eso creyó que me conoce y que, con ayuda de otros como él, podría disminuirme. Tercer error
“Margarita” dice que con varias madres nos expulsó de la Biblioteca. Pero sus hijas nunca fueron alumnas nuestras. “Margarita” no aparece en el padrón de alumnos de nuestros talleres cuyas copias obran en poder de tres personas; una de ellas, notario. “Margarita” ignora que todos nuestros alumnos se registraron en ese padrón con su puño y letra y que las madres firmaron por sus hijos menores de edad. Cuarto error.
“Margarita” dice que me ha leído; y evita decir que siempre he sostenido que los talleres de Aída salieron de la biblioteca porque el gobierno de Añorve condicionó a su directora, Themis Mendoza, su apoyo a cambio de nuestra salida. Eso dijo la profesora Themis ante el patronato y ante dieciséis testigos más en esa reunión. Quinto error.
“Margarita” es irresponsable: su acusación por agravios involucra a Aída y a Themis porque da a entender que ellas estaban al tanto de lo que ocurría y lo permitían. También cuestiona la honorabilidad de los miembros de los patronatos: de la “Promotoría Cultural Aída Espino” y de la Biblioteca. Y de las madres de todos los alumnos y de los alumnos que recibieron clases gratuitas de nosotros. Son muchos involucrados. Sexto error.
“Margarita” al acusarme se obliga a presentar pruebas y a las madres de las que habla y a sus supuestas hijas agraviadas. No podrá hacerlo: nunca hubo tales agravios. Las personas consignadas en el padrón lo certificarán. Podemos reunirlas cuando “Margarita” guste. Muchos aún estudian con nosotros y han obtenido premios. Séptimo error.
“Margarita” no sabe que no soy dado a envidiar. Pero si lo hiciera, no envidaría a quien se oculta tras un nombre de mujer para mentir y enviar anónimos que intenten sembrar dudas para ensuciar el buen nombre de nadie. Octavo error.
“Margarita” cometió su noveno error con su envío sin dirección electrónica; y el décimo fue no desmentir mis acusaciones contra Citlali y Jeremías. Siguen vigentes. El onceavo fue decir que hago “famoso” al “tal Jeremías” y así demostrar su simpatía por él.
“Margarita” tiene que probar todo lo que dice. Lo espero una semana. Al término, cometerá su doceavo error y ni cuenta se dará de cómo lo cometió. Vale.
A otra cosa.
La Doctora Ángela Manzano (Gela) nos invita al seminario-taller “Semana de Juan Rulfo en Guerrero” que se desarrollará en Chilpancingo del 07 al 11 de noviembre de 2001. Informes: gelamanzano@hotmail.com (anexo póster). * Respondió el licenciado Lechuga a mis requerimientos pero lo hizo tarde y de forma muy escueta. Gracias de cualquier modo. * De quien Culturacapulco no ha recibido ni boletines es del I G C, con lo que reafirma la discriminación que desde antes practicaba con este grupo. * No importa; este jueves Astrid Paola, alumna mía, recibió el 13vo premio “María Luisa Ocampo” (diploma y cheque por $25,000.00). * El Sur, como siempre, torció sus declaraciones en una rara entrevista que le hizo Anarsis Pacheco y que escuchamos en el taller. * Pao no pudo estar en la premiación porque su hijita –una niña de tres años que no halló a quien encargar en Acapulco- se enfermó unas horas antes del evento. Reveses de ser madre soltera en México. * De cualquier forma: Felicidades Pao. Gracias por traer otro premio a Culturacapulco. * Rara transmisión por cable la del “Acuerdo para la paz y la convivencia”: no tenía audio; así no pudimos escuchar a Javier Morlet, ni saber por qué el gobernador lucía tan tenso. Lástima.
Nos leemos en la crónica gustavomcastellanos@gmail.com

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