jueves, 20 de octubre de 2011

No confiamos III


Yo, ciudadano
No confiamos III
Gustavo Martínez Castellanos

He recibido muchos envíos con referencia a mis últimos artículos. Casi todos ellos, de solidaridad y apoyo a esta denuncia que desenmascara a esa nociva pareja enquistada en el ámbito de la cultura y que gozaba de tal protección por parte de políticos y funcionarios que nadie les ha hecho una auditoría después de tantos desvíos de recursos públicos en su haber.
Sin embargo, una persona de nombre Sara Franco me hizo el envío más raro que he recibido porque, además, intentó educarme: “Jeremías Marquines -dice su envío-, es el único periodista con valor en este estado. Lea sus artículos y luego discúlpese.”
Tal admonición me dejó perplejo. En primer lugar porque le da el título de periodista.
Desde los doce años yo corregía galeras y redactaba. Y más tarde empecé a hacer entrevistas; entre otros actores políticos tengo grabados a Salinas, Zedillo, Humberto Castillo, Demetrio Sodi, Carlos Fuentes, a todos los gobernadores desde Figueroa Alcocer a la fecha y no me digo periodista por respeto al gremio y a la profesión. De hecho, he cubierto todas las fuentes -menos Deportes- y he sido director de información y de redacción en revistas del D. F. y de Acapulco. Seguramente Sara no sabe que el periodismo no es barruntar o extorsionar. No es diatriba para obtener prebendas, como lo hace Jeremías. Aún con eso, le pido respetuosamente que me diga cuántos años ha sido reportero y de qué fuentes para que Jeremías pueda ser reconocido periodista. Tenga cuidado, Sara.
Después de eso, le digo que leí una parte de los artículos que me envió; por respeto y consideración a que se tomó la molestia de hacerme ese envío y los arrestos de imponerme esa infame tarea. Pero aleccionadora, porque gracias a ella pude saber porqué José Gómez dice en uno de sus artículos que Jeremías “tiene la boca tan llena de mierda”. Que es la razón por la cual no pude -ni quise- leer todos los desatinos de Jeremías: son insufribles.
En un artículo anterior dije que el pobre sujeto seguramente sufrió uno de esos terribles traumas infantiles cuyas regresiones lo han de poner al borde de la paranoia; pero después de haber leído sus textos me di cuenta de que el pobre sujeto seguramente tuvo una infancia espantosa. Abominable, como todo lo que refleja en su escribir (con esto confieso que también intenté leer algunos poemas suyos y no pude continuar después del tercero; una fuerza de repulsión me impedía posar la vista sobre tanta inmundicia hedónica y errática carente de todo indicio de inteligencia e ideología. Insisto: ha de tener muy buenos padrinos en CONACULTA). Sin embargo, debo reconocer su creatividad para desdecirse y negarse a sí mismo en su afán por no perder las prebendas que obtiene de los políticos (a los que supera con creces en el lastimoso arte de “caer siempre parado”) y el tremendo valor para escupir hacia arriba en cada texto. Qué coraje el de este sujeto por empuercarse en cada párrafo, en cada palabra.
Sin embargo, lamento de sus textos el desprecio que nos tiene. (seguramente porque no nació aquí, nació en Tabasco). La inabarcable inquina con la que mira a Guerrero y su tremenda insidia por ensuciar lo que somos. De los pocos textos que leí del conjunto que me envió Sara Franco lo que transcribiré ilustra ese odio que le profesa a nuestro estado y a su gente. Sara me los envió con las fechas en las que se pueden encontrar en “El Boletín Plus” blog del periodista Roberto Camps actualmente encargado de prensa del Procurador de Justicia Alberto López Rosas y amigo entrañable de Jeremías Marquines a quien cito:
“Guerrero es un estado pobre y que todo está por hacerse. Por esta razón, más que administradores de la mediocridad, se requieren excelentes gestores de recursos federales…” (220211)
“Pedir que la población se arme, es una declaración de incompetencia y una gigantesca irresponsabilidad tomando en cuenta que la gente de Guerrero es violenta por naturaleza.” (010611)
“El nuevo gobernador de Guerrero también anunció que ya comenzaba, en los siguientes meses, la construcción del metrobús de Acapulco; otro anuncio engaña pendejos”. (280711)
“vencer las malditas inercias de la mediocridad que llenan todos los ámbitos del estado de Guerrero (…) un pueblo como Guerrero sumido en la violencia y la enfermedad del rencor (…) un lugar donde no hay nada, donde nunca ha habido nada”. (110910)
“Ángel Aguirre quiere hacer tarugos a los guerrerenses, como en los viejos tiempos”. (240611). Y éste que es de antología: “Porque en Guerrero todo pasado es oprobioso”
Para el poeta tabasqueño Jeremías Marquines en el estado de Guerrero no hay nada salvo “pobreza” y “mediocridad”. El estado de Guerrero está “sumido en la violencia y la enfermedad del rencor”. Para el periodista Jeremías Marquines los guerrerenses somos “violentos por naturaleza” y “pendejos”.
Yo le pregunto ahora a Sara Franco (que tan vehementemente defiende a este pobre sujeto): Si Guerrero y los guerrerenses somos todo eso para Jeremías Marquines, ¿qué hace aquí? ¿Por qué no toma a su mujer y a sus hijas y se marcha de este estado de “violentos” y “pendejos”? ¿Quién lo llamó? ¿Quién lo detiene? ¿Quién lo necesita?
Porque no sólo es contra Guerrero y su gente su aberrante inquina, es contra todo lo que somos. Lo que para él representamos. “Todo (nuestro) pasado es oprobioso”.
El envío de Sara da cuenta de lo mal que está de sus capacidades mentales ese pobre sujeto y de la pasmosa contradicción que representa: vino a Guerrero, halló hospitalidad, empleo (en El Sur y Novedades), casa, mujer, una hija. Sustento. ¿Y así se expresa de la entidad y de la gente que le ha dado todo? Bueno, es que no hemos visto cómo se expresa de aquéllos que no han querido darle todo. En otro capítulo de este tema (No confiamos) puedo transcribir lo que piensa de muchos actores políticos; en adelanto van éstos: “Aguirre Rivero es parte de la triada de caciques priístas integrada también por los ex gobernadores Rubén Figueroa y René Juárez. Los tres juntos son responsables del atraso y marginación que tiene Guerrero porque fueron pésimos mandatarios”. ¿Otro?: “Jiménez Rumbo, Cuauhtémoc Sandoval y Alberto López Rosas tienen razón en oponerse a la estrategia divisora de Ángel Aguirre. Ellos saben que el cacique es cacique para siempre.” (230810).
Con esa vara mide a todo aquel que no le ha dado un pedazo de poder, dinero o reconocimiento. Bueno, ni el difunto Jorge Salvador Aguilar se salvó de esa flamígera pluma tabasqueña: “Hay gentes como un tal Salvador Aguilar que nada los consuela, lanzan su rancia y aceda perorata seudosociológica para justificar que no es nadie, no es nada, nada dice, nada, absolutamente nada importa.”. (010910).
Y este es el sujeto que mueve a Citlali Guerrero, hoy titular de una Dirección en el Instituto Guerrerense de Cultura, y en cuyas manos Alejandra Frausto ha dejado no sólo recursos monetarios y humanos sino la visión cultural de Guerrero. Por todo eso, no confiamos. Y mientras continúen enquistados ahí nos negaremos a confiar. Sobre todo porque podría darse la ironía de que en este gobierno consolidaran su cacicazgo cultural.
Nos leemos en la crónica gustavomcastellanos@gmail.com;
Este viernes 21 a las 6:30 p. m. en El Partenón Papagayo el Doctor José Luis Morales Alvarado (Master en Salud Pública UAG) presentará el libro SOS Cambio climático en el ser humano, del doctor Andrés Arias Pineda, texto que propone cómo recuperar la salud y mantenerla con estrategias económicas y eficaces.

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